¿Bajo mi móvil a la playa o lo dejo en casa para evitar las manos largas de los cacos?”, un dilema al que, sin duda, nos enfrentamos todos los veranos cuando acudimos a la playa a refrescarnos y pasar un buen rato. A no ser que acudas en grupo, ir a la playa se ha convertido en los últimos años en una actividad de riesgo en cuanto a hurtos se refiere. Ladrones disfrazados de turistas y domingueros abundan las playas en busca de presas que, cuando acuden a la orilla refrescarse, descuidan sus pertenencias, entre las que se encuentra el teléfono móvil: un dispositivo que cada vez es más codiciado por su precio.

Un matrimonio catalán, después de presenciar un robo en primera persona en una playa de Barcelona, inventó un original artilugio que nos permite acudir a la playa y bañarnos dejando a salvo nuestro preciado smartphone que, en el caso de ser de Apple o Samsung, puede superar los 600 euros de valor.

El artilugio, Bay-watch, pesa poco más de 750 gramos y su instalación en la playa, similar a la de una sombrilla, apenas nos quita un par de minutos de nuestro tiempo para dejar a salvo las pertenencias o, por lo menos, ponérselo difícil a los cacos, ya que deberían emplearse a fondo para poder llevarse el artilugio o su contenido. Os dejamos pieza informativa realizada por TVE para presentar el sistema:

Otros riesgos del verano

Otro gran enemigo de la época estival es el calor, ya que además de hidratarnos bien para paliar las altas temperaturas, también debemos llevar cuidado con nuestro smartphone si no queremos tener algún percance por culpa del calor. Aunque parezca obvio, es recomendable no exponer el teléfono móvil al sol durante un periodo largo o dejarlo dentro de un coche, ya que las temperaturas pueden superar los 50 ºC. Un sobrecalentamiento puede terminar por dañar irremediablemente nuestro terminal.

Por otro lado, luchar contra la temida arena de la playa es una batalla dura y, para evitar daños en los dispositivos (ralladuras y acumulación en rendijas), es necesario equipar nuestro smartphone con una buena funda y un protector de pantalla o, en su defecto, llevarlo dentro de una bolsa impermeabilizada. No obstante, el último de los remedios no es aconsejable, ya que terminaremos por utilizarlo y la temida arena siempre acaba por llegar al dispositivo. Si no quieres que tu móvil termine como una croqueta, no olvides una buena funda y un protector de pantalla.

Finalmente, aunque hay dispositivos como el Samsung Galaxy S7 que son resistentes al agua, debemos evitar dejar nuestro smartphone en lugares en los que pueda correr riesgos innecesarios. Uno de los accidentes más habituales en verano, época en la que frecuentamos las terrazas de los bares, es la mesa. Si queremos evitar que nuestro móvil termine impregnado de cerveza, un refresco o, en el peor de los casos, de algún tipo de helado pegajoso, lo mejor es mantener el terminal siempre en nuestro bolsillo/bolso. Además, también evitaremos hurtos de algún caco espabilado.